La eyaculación precoz es la incapacidad de controlar voluntariamente el reflejo eyaculatorio, es decir que la eyaculación se presenta sin poder lograr su control.
Los criterios para definir a un hombre como eyaculador precoz son:
- Ausencia de control voluntario sobre su eyaculación.
- Insatisfacción del propio hombre o de su pareja con respecto al tiempo que tarda en eyacular, pues se produce más rápido de lo que desearían .
- La eyaculación se produce antes o al poco tiempo de la penetración.
- Las relaciones sexuales son tan rápidas que no da tiempo a su pareja de lograr el orgasmo.
Causas:
- De origen orgánico.Son poco frecuentes y pueden ser por lesiones en la uretra y próstata o problemas neurológicos, que interfieren las vías nerviosas responsables de controlar el reflejo eyaculatorio.
- De origen psicológico.La ansiedad, la inseguridad, el temor al fracaso, el estrés, los problemas entre la pareja, etc., pueden desencadenar la eyaculación precoz.
- De origen educacional.Cuando el aprendizaje sexual basado en la masturbación o en las relaciones coitales rápidas, condiciona la respuesta sexual del hombre a la rapidez.
Actualmente, en el campo de la psicología y la sexología se considera que los factores cognitivos tienen una importancia capital en las disfunciones sexuales. Los bloqueos emocionales derivados de ideas disfuncionales y su manejo, suelen ser el principal foco de la disfunción sexual.
La principal causa de la eyaculación precoz es la ansiedad de desempeño sexual, que incluye sentimientos de culpa y miedo al fracaso, y que impide al sujeto identificar y percibir las sensaciones iniciales del orgasmo con la ayuda de su compañera sexual.
El objetivo principal en el tratamiento de esta disfunción, es que el sujeto aprenda a controlar voluntariamente el reflejo de la eyaculación. Es necesario evaluar de forma individualizada a cada paciente y a su pareja, si esta es estable. Ambos miembros han de participar e involucrarse activamente en la terapia.