La fobia es un miedo desproporcionado a la situación que lo produce, persistente y que se escapa al control voluntario de quien lo padece.
La persona reconoce que su miedo es irracional, ilógico, pero se resiste a las explicaciones o razonamientos correctos. Tiende a evitar las situaciones que teme y este comportamiento es en parte responsable del mantenimiento de la fobia. Para que se establezca el diagnóstico, el problema debe perturbar de forma grave la vida normal del individuo y mantenerse en el tiempo.
Las fobias específicas son comunes y se caracterizan por la presencia de síntomas de ansiedad ante situaciones u objetos temidos por la persona, y que dan lugar al comportamiento de huida. El temor puede ser hacia animales o insectos; hacia situaciones ambientales como tormentas, precipicios, agua,etc. Otras veces el miedo hace referencia a la visión de sangre, jeringuillas o intervenciones médicas. En otros casos, el temor surge en vehículos, ascensores, habitaciones cerradas, aviones, puentes, aglomeraciones… .