Distimia

Los síntomas son parecidos a los de una depresión, pero más leves y persisten varios años, por lo que algunos autores lo han considerado como un trastorno depresivo crónico. Afecta aproximadamente a un 3% de la población, tres veces más a mujeres que hombres.

 

  Es un trastorno muy común, y por la levedad de los síntomas muchos pacientes consultan con su médico de familia.  Presentan un buen número de molestias corporales, poco precisas, como dolores articulares, cefaleas, dificultades digestivas, disminución del apetito….Resulta complicado establecer un diagnóstico, por lo que requieren múltiples visitas, exploraciones y a veces varios especialistas, hasta ser derivados a salud mental.

 

      La persona con distimia tiene serias dificultades para disfrutar de la vida. Frecuentemente, se quejan de descontento crónico, de sentirse insatisfechos cuando consiguen algo, tanto a nivel material, como en las relaciones de pareja o laborales. El perfeccionismo también está presente en este tipo de personas y es el responsable de las altas exigencias sobre ellas, los demás y la vida. A menudo, los pacientes construyen un universo egocéntrico, en el que desempeñan el papel de víctima impotente, mientras que los demás cumplen el papel de ser los que le rechazan.

 

         Con el tratamiento psicológico, estas personas pueden conocer el impacto que los pensamientos negativos y disfuncionales tienen sobre su estado de ánimo y conducta.