Por regla general, consideramos maltrato infantil, todas aquellas acciones que van en contra de un adecuado desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño.
Las estadísticas mundiales acerca del maltrato físico de los niños son alarmantes. Se estima que cientos de miles de niños han recibido abuso o maltrato a manos de sus padres o familiares. Miles mueren. Los que sobreviven al abuso, viven marcados por el trauma emocional que perdura después de que las marcas físicas hayan desaparecido.
Por supuesto, en nuestro país también tenemos demasiados casos de malos tratos en la infancia. Y no debemos olvidar que las palizas no son único tipo de maltrato infantil. Muchos niños son víctimas de abandono, de abuso sexual o de abuso emocional.
Pero ¿qué síntomas suelen mostrar los niños maltratados? Una pobre autoestima, comportamientos excesivamente sexualizados para su edad, incapacidad para confiar en los demás, conductas agresivas y de indisciplina, comportamientos autodestructivos y pensamientos suicidas, pasividad y comportamiento retraído, ansiedad y miedos, problemas en la escuela, fracaso escolar, sentimientos de tristeza, pesadillas, abuso de drogas y alcohol, desconfianza hacia iguales y adultos.
A menudo el daño emocional no es evidente hasta la adolescencia o incluso más tarde, cuando estos niños maltratados se convierten en padres autoritarios que comienzan a maltratar a sus propios hijos. Además, de adultos pueden tener otros problemas para establecer relaciones cercanas, íntimas, están expuestos a trastornos de ansiedad y depresión, así como a problemas en el trabajo. Sin el tratamiento adecuado los efectos del maltrato pueden estar presentes de por vida.